Un lugar lleno de sonrisas...

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Primeras fotos de la escuela.

viernes, 16 de julio de 2010

La evaluación en el hámbito hospitalario

Evaluación
De igual modo que cualquier centro escolar, también las aulas hospitalarias han de lleva a cabo una evaluación de sus alumnos. En la mayoría de los casos (corta y media hospitalización), esta labor no puede llevarse a cabo, dada la variabilidad semanal de niños y niñas, que son ingresados y al cabo de pocos días u horas, son dados de alta.
En los casos de largas hospitalizaciones o niños de patologías crónicas, el docente, en coordinación con su tutor, realizará cuantas actividades sean propuestas por la escuela de origen, en función del estado físico del niño, teniendo en cuenta los objetivos específicos a cubrir, estimulando su esfuerzo e interés y minimizando los errores cometidos.
De este modo, la vuelta del niño o niña a su escuela de origen tras la hospitalización, será más tranquila y gratificante.

Esquema General de Atención Educativa Domiciliaria:
ALUMNADO AFECTADOS por ENFERMEDAD
(Apoyo educativo durante la enfermedad)
Hospitalizados:
Corta / Media / Larga
Aulas Hospitalarias
Maestros en las salas de internación del hospital-
en aulas y encamados
• Coordinación con los tutores
• Trabajo con los padres
• Apoyo psicológico/afectivo
• Pedagogía muy lúdica y apoyada en las NAP.
En domicilio
• Informe médico (diagnóstico y convalecencia MAYOR A 30 DÍAS)
• EVALUACIÓN DEL EQUIPO TÉCNICO/ Informe de Atención Domiciliaria
• Solicitud de la intervención
Propuesta de intervención:
• Coordinación con ESCUELA DE ORIGEN.
• Docente con perfil adecuado
• Acuerdo con la familia
• Coordinación con el tutor
• Trabajo en áreas curriculares
LA ESCUELA EN CASA
La diversidad del alumnado hospitalizado, exige respuestas educativas heterogéneas y uno de los principales problemas derivados de las enfermedades, especialmente en patologías crónicas o de larga duración, es el que los niños no puedan asistir con regularidad a su ESCUELA DE ORIGEN.
En ellos, es necesario considerar, no sólo su patología (aguda, crónica, con mayor o menor gravedad, etc), sino su ritmo de aprendizaje, sus hábitos, método de estudio, nivel curricular y las limitaciones psicológicas y físicas que le impone su enfermedad y que les obliga a prolongados periodos de hospitalización y convalecencia.
Estos niños, niñas y jóvenes, suelen acumular retrasos escolares que sólo se pueden paliar con la adopción de medidas de apoyo, medidas que también son útiles para reducir la ansiedad provocada por su enfermedad y que está fundamentado en “la atención a la diversidad y la educación comprensiva”, garantizando así el poder recibir la atención educativa que haga efectivo el principio de igualdad, mediante el ejercicio de su derecho a la educación.
El Servicio Educativo domiciliario Educativo Domciliario, se centran fundamentalmente en compensar los efectos del absentismo y retraso escolar; adaptando los contenidos, materiales y recursos a las necesidades de cada uno de los niños y a las posibles limitaciones derivadas de su enfermedad.
Con este Servicio se pretende:
• Dar continuidad al proceso educativo, evitando así la pérdida del hábito de trabajo y esfuerzo personal, con una atención educativa personalizada, adecuada a su edad y que le permita alcanzar los objetivos educativos.
• Fomentar la conciencia de responsabilidad, mediante el desarrollo de una programación individual adaptada, teniendo como referente la del curso del alumno convaleciente, que será proporcionada por su tutor.
• Crear una situación de continuidad en su proceso educativo, mediante la coordinación entre los diferentes profesionales que entran en contacto con el niño/a.
• Evitar el aburrimiento mediante la realización de actividades educativas, de las que obtiene una utilidad social.
• Favorecer la incorporación del niño enfermo a su escuela de origen, una vez transcurrido el período de convalecencia.
El objetivo general que pretende, es la mejora de la calidad de vida de estos niños y niñas, evitando las situaciones de marginación que la enfermedad les puede conllevar, en el único lugar donde la pueden recibir: su casa.
En la medida de lo posible, se procura que el niño realice las mismas actividades que el resto de sus compañeros, siendo su referente el currículum ordinario del grupo donde se encuentra escolarizado, lo que facilitará su posterior integración o escolarización, cuando pueda volver a clase.
Para ello es importante mantener el contacto permanente con el maestro de su escuela de origen, que desempeñará la tutoría y será quien le ha de proporcionar las unidades didácticas, materiales y actividades que ha de llevar a cabo en su domicilio. Con este Servicio se pretende generar una situación de continuidad en su proceso escolar, caracterizándose por la flexibilidad de las actividades y adaptándose en todo momento a las peculiaridades del niño, niña o joven enfermo.

Conoce más...

La Pedagogía Hospitalaria constituye un modo especial de entender la Pedagogía. Se encuentra orientada y configurada por el hecho incontestable de la enfermedad y enmarcada por el ámbito concreto que constituye la institución hospitalaria donde se lleva a cabo. Se ofrece como una Pedagogía vitalizada, de la vida y para la vida, que constituye una constante comunicación experiencial entre la vida del educando y la vida del educador, y aprovecha cualquier situación, por dolorosa que pueda parecer, para enriquecer a quien la padece, transformando su sufrimiento en aprendizaje (Lizasoáin, 2000). En esta misma línea, Del Valle y Villanezo (1993) aclaran que la Pedagogía Hospitalaria no es una ciencia cerrada sino multidisciplinar, que se encuentra todavía delimitando su objeto de estudio para dar respuesta a aquellas situaciones que, en la conjunción de los ámbitos sanitarios y educativos, la sociedad va demandando, haciéndose igualmente necesarios programas de atención al niño convaleciente, es decir, concibiendo la convalecencia en el domicilio como una prolongación del período de hospitalización.
La Pedagogía Hospitalaria se considera además como una ramificación de la Educación Especial, por cuanto se ocupa de forma específica de los niños y niñas con problemas de salud, al fin y al cabo de niños y niñas con necesidades educativas especiales. Sin embargo, no puede considerarse como tarea primordial y exclusiva de la Pedagogía Hospitalaria únicamente la atención del niño hospitalizado y su familia. El propósito de la Pedagogía Hospitalaria va más allá, abarcando un panorama mucho más amplio dentro del cual la escolarización es un elemento más, junto a muchos otros, que forman parte de la evolución y perfeccionamiento global del ser humano.
Por tanto, la Pedagogía Hospitalaria está más allá de la medicina y más allá de las Ciencias de la Educación, allí donde la reclaman la dignidad y la solidaridad del niño enfermo-hospitalizado y de su contexto familiar, tiene más que ver con la salud y con la vida que con la instrucción y el adiestramiento: sin renunciar a los contenidos específicos de la educación, va más allá de ésta.
La Pedagogía Hospitalaria es la escuela en el hospital, pero también lo lúdico y la atención a las familias de los niños hospitalizados. Actualmente, no existe una formación específica para estos profesionales, cuando la demanda es muy fuerte (Lizasoáin, 2006). El papel que desempeña la escuela en el hospital es compensatorio. Resulta fundamental el intento de normalización del modo de vida del niño. La pedagogía hospitalaria es socializadora, y por eso son también importantes las actividades recreativas que se pueden organizar en un hospital, desde un concurso de pintura hasta una revista de planta escrita por los niños. Cada país europeo trabaja con unos criterios, y el seminario se concibe como una puesta en común de objetivos. El referente legal es la Carta Europea de los Derechos del Niño Hospitalizado, aprobada por el Parlamento Europeo en 1986.

Un poquito de historia...

Educador Hospitalario: Pedagogía Hospitalaria
La finalidad de la atención en hospitalización infantil, no es otra que la de educar para la vida, papel que corresponde al educador y que indudablemente desborda la específica labor del personal sanitario. La actividad pedagógica como complemento de la acción médica en los hospitales ha tomado carta de naturaleza desde hace años en muy diversos países europeos y norteamericanos. Se conoce que en décadas pasadas los servicios de pediatría de muchos hospitales estaban cerrados incluso a los padres y en este ambiente tan rígido no había lugar para la educación de los niños.
Fue a partir de la Segunda Guerra Mundial, y debido principalmente a la labor de pediatras y psicólogos, que estos servicios de pediatría comenzaron a abrir sus puertas. La razón fundamental estuvo en las frecuentes y severas alteraciones psicológicas que sufrían los niños ingresados durante largos períodos de tiempo en los hospitales, alejados de su entorno habitual. Los primeros educadores que entraron en los servicios de pediatría contribuyeron, de forma considerable, a la prevención del «hospitalismo».
El contexto en el que se imparte cualquier aprendizaje en el que se ejerce la función educativa no es algo trivial. El hecho de enseñar unos determinados contenidos en el contexto hospitalario, tanto por los contenidos mismos que se imparten como por el modo de hacerlo, hace que la Pedagogía resultante, la Pedagogía Hospitalaria, cumpla una función nuclear y vertebrador de toda una experiencia de enseñanza que tiene en sí misma un ámbito propio y una significación específica, muy distinta y diversa de cualquier otro quehacer pedagógico.

Bienvenidos!

Hola amigos, esta es una manera de estar cerca de las personas que quieren y entienden nuestra labor diaria.
Una manera de dar un mimo a las personas que hacen posible esta misión, la de educar a los niños más allá de su estado de salud.
Espero lograr este objetivo.
Cariños
Marina